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miércoles, 15 de junio de 2011

El producto y los multiniveles

Hace un tiempo escribí un artículo acerca de los multiniveles (¿Porqué fallan tantos multiniveles?) y cómo el producto es el factor que puede hacer de éste un éxito o no.

Alguien me escribió y, de una manera elocuente y bastante interesante, me dijo que estaba equivocado y que el producto no tenía nada que ver: era la gente.

Porque, menciona, “el multinivel es un negocio de personas. Es entrenar, ayudar y cambiar la mentalidad de mucha gente, es formar un equipo y trabajar todos con una meta en común. Tú no puedes construir un edificio solo con un producto, necesitas un equipo de gente que trabaje en armonía para construir los cimientos de una gran obra…”.

Tal como le comenté a él, tiene toda la razón en cuanto a la gente. Una de las cosas que hacen tan efectivo el multinivel es, precisamente, la capacidad de crear un equipo de gente apoyándose mutuamente.

La magia del multinivel, de ligar tú éxito al de tus referidos, es lo que hace que esto tenga el gran éxito que han tenido durante décadas.

Pero (claro que faltaba mi “pero”), sigo diciendo, como mencioné en la entrada, que el producto es la base de la empresa.

El equipo, el entrenamiento y el plan de compensación son quienes harán crecer a la compañía pero la base es el producto.

Poniéndolo en la misma metáfora de la construcción, si el producto es arena, por muy bueno y armonioso que sea el equipo, los cimientos serán de arena.

Y vuelvo a decir: no estoy en contra del multinivel. Lo sigo considerando uno de los modelos de negocio más exitosos, siempre y cuando el producto valga la pena.

En un multinivel el equipo y tu patrocinador harán una gran diferencia en tu éxito, pero si te piden vender arena en el desierto, la cosa será difícil de lograr.

En fin, gracias Ricardo por el aporte.



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