Hay quienes nunca lo querrán hacer...

La semana pasada recibí varios correos de personas interesadas en hacer alguna cosa. En dar clics por centavitos, en contestar encuestas pagadas, en hacer negocios como afiliados, etc.

Es común recibir este tipo de correos, tanto para entrar al Neobux (gratis) hasta para comprar una inscripción mensual de $89 dólares.

En todos ellos los interesados estaban preocupados de que “no se tratara de un fraude”, “si va a funcionar”, “no será una pérdida de tiempo”. A todos les contesté los riesgos y las posibles ganancias. Las encuestas pagadas y los manuales de afiliados tienen 60 días de garantía, así que no hay riesgos. Neobux es gratis, así que solo perderías algo de tiempo.

Llegó un segundo correo de muchos diciendo que “si pero…”, junto con varias razones por las que podría o no funcionar, o ser un fraude, o no servirles.

A todos traté, de la mejor manera que se me ocurrió, de despejarles sus dudas e incluí algo que vengo haciendo desde hace ya un par de años: “Si todavía crees que es un fraude, te recomiendo que mejor no compres el producto”.

Esto puede sonar algo contradictorio ya que vendo productos por Internet. ¿Cómo se me ocurre decirle a alguien que no me compre?

Me lo dice la experiencia y es algo que quiero compartir. Tu tiempo es valioso y se pierde a cada segundo, así que no lo pierdas en cosas sin futuro.

Rara vez contesto más de dos correos a la misma persona con este tipo de cosas y no es por grosero o porque me sienta superior.

Mucha gente te escribirá o comentará diciendo que no está segura, que si no es fraude, que si no es engaño, que si funciona, etc. Algunas lo harán con genuina preocupación y quieren una respuesta. Para eso es el primer correo.

Algunos te volverán a contestar preguntando lo mismo con otras palabras o pidiendo que les asegures resultados. Por eso en el segundo correo, después de la explicación, les digo que mejor no lo compren.

He visto que hay personas que siguen con esta dinámica continuamente y la gran mayoría nunca harán ni comprarán nada. Quieren que todo les caiga pero nunca se preocuparon ni se preocuparán por saber cómo ganar por Internet.

Tal vez quieren que les digas que mejor no. Algo así como para calmar su conciencia diciendo que fuiste tú quien les dijo que no podían hacer esto o aquello.

Otros quieren que les asegures los resultados. Nadie puede asegurar resultados. Lo más que puedo dar es garantía de devolución y eso lo digo siempre. Si quieres asegurar resultados, busca un trabajo y firma un contrato. Es la única manera.

Y los peorcitos quieren que les hagas todo el trabajo tú. Por una cantidad de $20 a $30 dólares, que es lo que recibes de comisión por un e-book, hay que hacerles todo el trabajo porque si no, no lo compran.

Si estás en esta situación, no te desesperes por hacer una venta. Piensa en ti. Piensa en tu tiempo. Sobre todo, piensa en tu negocio.

Ya me tocó estar hombro con hombro con varias personas, dedicar cientos de correos y horas en el Messenger para sacarlos de todas sus dudas, preocupaciones y hasta berrinches.

¿Sabes qué es lo malo? Que solo una de ellas siguió. Un día simplemente se aburrieron y dejaron todo. ¿Y mi tiempo? ¿Y todo lo que puse? Estoy feliz de que alguien sí lo haya hecho pero, ¿a que precio?

Así que aprendí una lección muy importante: a dejar a la gente ser. Hay quienes nunca harán nada, no porque no tengan con qué o no puedan, sino porque no quieren.

Está bien; es su decisión y cada quién puede elegir lo que quiera, pero que no me traten de arrastrar con ellos.

Si alguien te está diciendo que todo es fraude, que nada sirve, que le asegures, mejor dile que no compre nada y dedícate a alguien más. Créeme que después pagarías esa comisión para que te dejen en paz.

¿Significa que no hay que ayudar a nadie? Nada que ver. Creo en el marketing por Internet y creo en ayudar a los demás. Doy mucha información gratuita y trato de apoyar a quien lo necesite, pero siempre después de ver que realmente harán algo.

Y conste que no es por sangrón… solo que, si voy a dedicar tiempo y esfuerzo, que al menos sirva para ayudar realmente a alguien y no para entretener a otra persona con una idea pasajera.