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martes, 24 de enero de 2012

Hasta los más grandes caen...


Desde siempre he escuchado una de las grandes falacias que la gente se dice para el éxito en los negocios: esas son grandes compañías…

Mucha gente, al escuchar buenas puntadas de empresas, dicen que esos “tienen negocios grandes”, que pueden hacer lo que quieran, que controlan al gobierno y que, básicamente, son demasiado grandes para fallar.

Sin embargo, los grandes caen y caen bastante feo.

Uno de los más conocidos fue Kodak. Sí, el gigante de las fotos anunció su bancarrota hace algunos días.

Esto no quiere decir que Kodak desaparece; solo que está en bancarrota y la utilizará para protegerse y, si las cosas salen bien, volver a tener ganancias.

¿Qué quiero decir con esto? Que eso de que los grandotes pueden hacer lo que quieran y que controlan el mundo es una sonsera de la que parecen no querer salir los que la defienden.

Y tal vez, dependiendo de tu edad, Kodak no se te haga la gran cosa, pero para los que vivimos esa época, Kodak era el “master of much”.

Cámaras, película, revelado… Kodak era el mejor, el más moderno y ante el que todos bajaban la cabeza.

Hoy, debido a algunas malas decisiones, está dando patadas de ahogado. Según algunos analistas, Kodak, a pesar de haber entrado al mercado digital y a la publicación en línea, tenía un modelo de negocio que todavía dependía mucho de la impresión de fotos.

Y aquí estuvo la cosa. ¿Cuántas fotos imprimiste ayer? De hecho, no recuerdo cuando fue la última vez que imprimí una foto.

Las imágenes y fotografías que tomamos las ponemos en blogs, Facebook y hasta en los “marcos” digitales para fotos.

¿El punto de esta entrada? En primera, que hasta los más grandotes pueden venirse abajo. Kodak no es el primero, solo el más conocido de los recientes.

Y eso no es para que te espantes sino para que veas nuestra ventaja: la rapidez. Sin importar cuál sea tu modelo de negocio ahora, cuando tienes un negocio en Internet con poca gente, cambiar de dirección es fácil y rápido.

Los grandes negocios requieren de mover muchas partes y pueden pasar meses para que se tome una decisión; nosotros lo hacemos en un día.

Así que no te creas el asunto de que “solo los grandes pueden” y “a los grandes no les pasa nada” porque ninguna de esas es cierta.

Si así fuera, entonces estamos destinados a desaparecer. A lo  mejor el mundo se va a terminar cuando quiebren todas las empresas grandes a finales del 2012… ¿o no?



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