En estas elecciones para el 2012...

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En fin, el domingo vamos a votar en México para cambiar de presidente y, tal vez, de partido en el gobierno.

Han sido 3 largos meses de campaña en lo que han abundado las mentiras, descalificaciones y “denuncias” para poner nuestras preferencias en alguien que nos guiará a la gloria y la prosperidad.

Afortunadamente también ha habido chistes, parodias y otras cosas divertidas que hicieron las cosas un poco más llevaderas, así como destapadores, vasos, camisetas y otras cosas útiles si no te pena salir con una camiseta del PRI a lavar el carro (o lavar el carro con ella).

Lo importante el domingo es que te tomes unas horas para elegir a un candidato. Sí, ya sé que todos son iguales, que la alternancia fue una burla y que todo está lleno de conspiraciones y alianzas turbias, pero hay que utilizar el único poder que tenemos y que realmente importa: el premio o el castigo.

Puedes cambiar de partido en el gobierno a ver si otro partido realmente hace un cambio. Puedes dejar al partido en el poder para que siga con su política. Puedes hacer que regrese un partido que ya estuvo en el poder.

Cualquiera de las tres es válida y es tu derecho. No soy partidista ni creo en la militancia. La democracia consiste en elegir a quien quieras, independientemente de las razones. Hay quienes llaman traidor a Vicente Fox porque ahora cambio de bando pero, ¿no es ese el propósito de la democracia? ¿No se supone que es su derecho el poder votar y opinar como se le antoje? ¿No es lo que, se supone, estamos peleando todos? Y conste que no soy Foxista, aunque hay que decir que siempre dijo cosas chistosas, aunque nos hiciera ver como indios emplumados en muchas ocasiones.

Lo importante es que las cosas no terminan con votar y con que alguien resulte elegido. Después de que pongas tu voto es hora de realmente dar seguimiento y poner en claro tu forma de pensar. En México tenemos la costumbre de que solo durante las elecciones hay pasión democrática.

Fuera de eso, vivimos como si no existiera el gobierno. El cambio verdadero no vendrá cuando un candidato sea honrado o un partido político haga las cosas bien: cambiará cuando los ciudadanos, quienes realmente tenemos el poder, lo utilicemos.

Si unos cuantos tipos con machetes pueden poner en jaque al gobierno y algunos que marchan por la paz salen en la tele, ¿qué pasaría si los que no tenemos ningún interés político levantamos nuestra voz?

Ya lo vimos con los árabes: no importan los partidos, ejércitos o corporativos si la mayoría de la población quiere un cambio.

Sin embargo, parece que no lo queremos. Así que después de votar lee el periódico, ve las noticias e involúcrate un poco. Descubre lo que realmente pasa y no solo lo que ves en spots, “debates” o videos de YouTube.

Cualquier cosa que pase en el siguiente sexenio no será culpa del partido que gane ni del presidente: será responsabilidad de quien los puso ahí y los deja hacer lo que quieran. O sea, tú.

Como dicen por ahí, la culpa no el del indio, sino del que lo hace compadre…


Todavía está pendiente la tercera parte de las Opciones Binarias para éste lunes.
 
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